Mesas de trabajo internacionales: procesos de gestación y crianza en prisión. La situación en América Latina

Embarazadas durmiendo en un colchón en el piso, sin atención ni controles médicos adecuados, a veces aisladas, a veces esposadas, maltratadas, desinformadas, discriminadas, mal alimentadas, pariendo encadenadas o esposadas, viviendo situaciones de trabajo de parto con personal no capacitado, sin saber dónde ni cuándo van a parir, pariendo solas, en condiciones no aptas, desconociendo sus derechos, separadas de sus bebés al nacer, niñxs criándose en un ambiente carcelario, niñxs a los que se les pierde el rastro, niñxs abusados, niñxs dados erróneamente en adopción por falta de información y coordinación entre entidades. No es una serie de Netflix ni el relato de una época remota o de un país lejano poco o nada democrático: es la realidad que se vive día a día en las cárceles latinoamericanas.

El 19 y 20 de agosto el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) llevó a cabo la mesa de trabajo internacional: “Procesos de gestación y crianza al interior de la prisión: hacia la construcción de indicadores comunes de monitoreo de los derechos de personas gestantes y de niñas y niños en América Latina, para la efectiva prevención de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes”.

El objetivo fue el comienzo de una construcción colectiva de estándares e indicadores que definan un rumbo común en los monitoreos que se realizan en la región y den lugar a estudios comparativos. Los mismos, permitirán identificar los problemas y elaborar las recomendaciones adecuadas.

El evento se llevó a cabo en dos encuentros que contaron con una exposición inicial de expertas internacionales en la materia, seguida de una mesa horizontal donde integrantes de Mecanismos Nacionales de Prevención de América Latina, ONGs, mecanismos locales de prevención de Argentina y otros actores abocados a la protección de los derechos de las personas privadas de la libertad en la región formaron parte de un nutrido intercambio de experiencias, reflexiones, ideas y propuestas.

Día 1: “Personas gestantes privadas de su libertad y en período de posparto”

El primer día participaron, por el CNPT: las Comisionadas María Laura Leguizamón y Josefina Ignacio; Margarette May Macaulay, Relatora sobre los Derechos de las Mujeres de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH); Sara Vera, Asesora para América Latina de la Asociación por la prevención de la tortura (APT). También estuvieron presentes el Secretario Ejecutivo Alan Iud y la Directora del área de Relaciones Internacionales Lucía Levis Bilsky.

Luego de las exposiciones, hicieron uso de la palabra Estefanía Heit Schulmeister, persona privada de la libertad e integrante de la rama de liberados y liberadas de movimiento de Trabajadores Excluidos; Antonella Mirenghi, de la Comisión Provincial por la Memoria (mecanismo local de la Provincia de Buenos Aires, Argentina); Andrea Barrios, del Colectivo Artesana (una organización de Guatemala que integra la plataforma regional NNAPES); ; Gabriela Hidalgo, del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de EcuadorEcuador; Andrea Cerda, del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura de Chile; Rosario Gauna, Directora de Visitas de Inspección del CNPT; Maria Elena Verdún, del Mecanismo Nacional de Prevención  de Paraguay; yMichelle Hurtado, del Mecanismo Nacional de Prevención  de México.

Además estuvieron presentes: los MNP de Uruguay, Perú, Honduras, Panamá y Brasil; los mecanismos locales de prevención de las provincias de Chaco y de la Ciudad de Buenos Aires, ambos integrantes del Sistema Nacional de Prevención de la Tortura de Argentina; las organizaciones argentinas de la sociedad civil  ANDHES- Abogados y Abogadas del Noroeste Argentino en Derechos Humanos, FADELI -Familiares de Detenidos y Liberados, Colectivo de Familiares en Defensa de los DDHH de las Personas Privadas de la Libertad de San Juan, entre otras.

La Apertura

“Estamos convencidos de lo sumamente enriquecedor que resulta para nuestras instituciones generar estos espacios de intercambio internacional, en los cuales podemos poner en común las realidades que como sociedades hermanas atravesamos, y generar estrategias conjuntas para promover el pleno respeto, promoción y protección de los Derechos Humanos de las personas privadas de la libertad en nuestra región”, fueron las palabras de bienvenida brindadas por la Comisionada María Laura Leguizamón, responsable del área Internacional del CNPT.

En primera persona

Estefanía Heit Schulmeister está privada de la libertad hace nueve años. Los últimos cinco permaneció con arresto domiciliario. Integra la rama de liberados y liberadas del Movimiento de Trabajadores Excluidos, es comunicadora social y actualmente se encuentra estudiando derecho. Estefanía relató en primera persona la vivencia de cursar un embarazo en una unidad penal.

“Concebí a mi hijo en una unidad penal que tiene una unidad de madres. Me enteré a los cuatro meses que estaba embarazada. Viví traslados con sujeción mecánica. Estuve viviendo en población carcelaria hasta el octavo mes donde me pasaron al área de maternidad. La situación de vejación y tortura para una embarazada en contexto de encierro es traumático, tuve la suerte de poder superarlo con un equipo interdisciplinario en arresto domiciliario a través de  “Vientos de libertad” y el Patronato de Liberados”.

En ese marco, indicó: “ Viví atentados contra mi hijo en gestación, violencia institucional y judicial. Las condiciones para maternar son paupérrimas: dormís en un colchón estando embarazada, tenés difícil acceso a la salud, no contás con la historia clínica, viví descomposturas no asistidas durante traslados, sujeción mecánica en traslados en ambulancia. Durante un traslado viví un choque y no recibí atención”.

Pero eso no es todo: “A la situación de faltas en general hay que sumarle las malas condiciones de habitabilidad: ratas, cucarachas, sin calefacción, alimentación no nutritiva. Cuando tuve los controles y se me suministró medicación el personal penitenciario me lo prohibió. El personal penitenciario no está capacitado y hay falta de sororidad: se discrimina a la persona privada de la libertad de forma absoluta. Durante el parto tuve el privilegio de que el personal policial no entrara y que no hubiera sujeción mecánica”.

Dificultades que enfrentan las personas privadas de la libertad gestantes y en período de posparto y lactancia

Con las exposiciones de las Comisionadas María Laura Leguizamón y Josefina Ignacio del CNPT, Margarette May Macaulay, Relatora sobre los Derechos de las Mujeres de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH), Sara Vera, Asesora para América Latina  de la Asociación por la prevención de la tortura (APT), y los aportes de los participantes de la mesa posterior integrada por Mecanismos Locales, MNPs de América Latina y ONGs, se evidenciaron una serie de dificultades comunesque enfrentan las personas gestantes y en período de posparto y lactancia cuando están privadas de su libertad, detectadas en los monitoreos, detalladas a continuación:

→ Durante el embarazo: negligencia en los cuidados prenatales; falta de acceso a la vestimenta de maternidad necesaria para evitar accidentes; esperas en condiciones deplorables y esposadas; aislamiento en lugares que no están en condiciones para personas gestantes; alimentación no adecuada para embarazadas; requisas invasivas que incluyen la revisión vaginal, tanto para la PPL como para las visitas que están cursando un embarazo; discriminación estructural hacia las personas gestantes privadas de su libertad, que se replica incluso en los centros de salud públicos extramuros, cuando las personas gestantes son trasladadas, en los cuales el personal puede ejercer un trato diferenciado y diversas formas de maltrato; falta de protocolos dentro del encierro que garanticen los derechos de las personas gestantes; falta de atención médica y de alimentación prenatal adecuada; falta de personal idóneo que acompañe adecuadamente el proceso de gestación, entre tantas otras problemáticas identificadas. → Durante el proceso de parto: falta de reconocimiento del momento de inicio del trabajo de parto por falta de información y capacitación del personal; situaciones de parto en condiciones no aptas y con falta de personal propiamente formado, con las consecuencias psicológicas que esto implica; sujeciones mecánicas; atención deficiente;; falta de protocolos dentro del encierro que garanticen los derechos en situación de parto; desconocimiento por parte de la persona gestante a qué hospital va a ir, hasta el momento de la dilatación; puntualmente en Argentina,  incumplimiento de la Ley de Parto Humanizado que ofrece la posibilidad de estar con una persona de confianza: esto no se cumple y la mayoría de las veces paren solas.

→ En el período de posparto: falta de cuidado posnatal; separación de madres e hijxs dentro de las 24/48 horas; obstáculos para poder ver a lxs bebés luego del parto; falta de protocolos dentro del encierro que garanticen los derechos postparto.

Lactancia: es muy recurrente en la región la falta de acompañamiento a las personas lactantes  y la carencia de información adecuada sobre este tema.

Por parte del personal penitenciario: falta de información y capacitación sobre la situación de embarazo, parto y posparto.

Traslados: demoras; utilización de esposas o medios de coerción durante los traslados que pone a las personas gestantes en una situación de extrema vulnerabilidad; traslados de larga distancia en los cuales las personas embarazadas no tienen acceso a los servicios básicos sanitarios, comida adecuada o a agua potable.

Internación domiciliaria: se ha observado, en ocasiones, que algunas personas gestantes que tienen la posibilidad de acceder a arrestos domiciliarios vuelven a la unidad penitenciaria porque no tienen todos los recursos necesarios para llevar adelante su embarazo.

Salud: acceso deficiente e inadecuada a la salud, caracterizada por la falta de controles prenatales y de atención especializada para el proceso de gestación, que tiene consecuencias tanto en la salud de las personas gestantes como de sus hijxs; procesos burocráticos para solicitar turno, exacerbados en el marco de la pandemia; personas privadas de  libertad que al salir al medio libre carecen de su historia clínica; falta de atención psicológica; falta de un cuerpo médico especializado en la materia; falta de equipo de parteras.

Alimentación: escasez de comida y falencias nutricionales pre y postparto, que afectan tanto a la persona gestante como a la salud y al desarrollo del niñx lactante.
Acceso a la información: falta de acceso a la información sanitaria;falta de información sobre las alternativas de las maneras de parir; falta de información sobre la lactancia; falta de información acerca de asuntos vinculados a la maternidad, a la crianza; falta de educación sexual integral; falta de información sobre sus propios cuerpos.

Acompañamiento: frente a una pérdida o contracción fuera de tiempo la persona gestante no tiene a quien consultar ni nadie que la asesore; falta de personal idóneo y un equipo que acompañe a las embarazadas en general.

General: poca autonomía para decidir; poco respeto a sus cuerpos.

Estándares internacionales

El Sistema Interamericano y la Convención de Belém do Pará resaltan la necesidad de:

  • Establecer medidas alternativas a la prisión para las mujeres embarazadas y en lactancia.
  • Observar el principio de igualdad y no discriminación en el periodo de postparto y lactancia.
  • Proveer de alimento adecuado tanto a las embarazadas y en lactancia como a sus hijxs, administrados por profesionales de la salud.
  • Garantizar instalaciones orientadas a los cuidados específicos.
  • Ofrecer cuidado prenatal que se pueda llevar a cabo fuera de las prisiones.
  • Ser flexibles a las necesidades de las embarazadas.
  • Desarrollar actividades para ellas y sus hijxs.
  • Prohibir la imposición de medidas de aislamiento y de sujeciones mecánicas como cadenas o esposas en las personas gestantes o en período de lactancia o posparto.

La CIDH considera que las medidas de aislamiento prolongado son un trato inhumano y cruel;  específicamente en las mujeres privadas de la libertad que son madres. El organismo resaltó la importancia de tomar en consideración las necesidades especiales de las mujeres en maternidad, incluyendo visitas madre-hijx ante la imposibilidad de estar juntos, ya que la falta de contacto con sus hijxs determina un sufrimiento psicológico en las progenitoras.

El sistema universal de protección de los derechos de mujeres embarazadas, en lactancia y posparto establece:

  • Que las medidas de custodia sean los últimos recursos.
  • Que los partos se realicen en el hospital y no en las prisiones.
  • La prohibición del uso de esposas y restricciones físicas durante el traslado y los exámenes médicos.
  • Brindar capacitación al personal penitenciario sobre los derechos de las mujeres, salud maternal, niñez y formar en DDHH para prevenir la discriminación en general

Leyes argentinas que rigen la situación de las personas gestantes privadas de su libertad, y en período de  lactancia y postparto:

Ley de Protección Integral a las Mujeres (Ley Nº 26.485); Ley de Parto Humanizado (Ley Nº 25.929); Ley de Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (Ley Nº25.673); Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes (Ley Nº26.061); Ley de Ejecución de la Pena Privativa de la Libertad (Ley Nº24.660).

El CNPT emitió la recomendación 5/20 durante la pandemia COVID-19 solicitando el otorgamiento de la prisión domiciliaria para las madres y las personas gestantes. Por esta razón varias mujeres la obtuvieron, pero aún hay personas embarazadas y mujeres que conviven con sus hijxs en las cárceles de la República Argentina.

El problema no es la falta de estándares ni normas. El problema es el abismo existente entre este rico cuerpo normativo y su aplicación real: derechos dormidos que no llegan a concretarse, materializarse, transformarse en acción y protocolos. Sólo con aplicar las leyes existentes bastaría para cambiar la dura realidad de nuestras cárceles latinoamericanas.

Necesidades y acciones a considerar para mejorar la situación de las personas gestantes, en período de parto, postparto y lactancia en América Latina, extraídas del relato de lxs expositorxs:

  • Necesidad de un abordaje diferenciado para aquellas personas privadas de la libertad que se encuentran en una situación mayor de vulnerabilidad, como las personas gestantes, en situación de lactancia o posparto.
  • Cumplimiento por parte de los Estados con el deber de proteger a las mujeres y garantizar los principios de igualdad y no discriminación, respondiendo con medidas y enfoques diferenciados: las mujeres en período de lactancia y posparto deberían recibir el mismo tratamiento que las mujeres que están en el medio libre.
  • La necesidad del diseño de programas específicos y la intervención de los organismos públicos vinculados con esta temática.
  • Capacitación al personal penitenciario y seguimiento posterior de su actuación y del cumplimiento de los protocolos.
  • Articulación con las ONGs que trabajan en contextos de encierro
    • Reforzar las medidas alternativas, como el arresto domiciliario con su posterior seguimiento.
  • La exigencia de una mirada con perspectiva de género de aquellas personas que diseñan, implementan y ejecutan las políticas públicas destinadas a las personas privadas de su libertad pertenecientes a este colectivo.
  • Absoluta prohibición de de medidas de coerción durante los traslados, y exigencia de que sean realizados por mujeres.
  • Protocolos para evitar el uso de las requisas corporales, también para las visitas que estén gestando.
  • Prohibición del aislamiento para las personas gestantes y sus hijxs.
  • Evaluar la legislación que rige ciertos delitos de menor cuantía que implican un impacto diferenciado en las personas gestantes.
  • Medidas de reparación para el grupo familiar de las gestantes que fallecieron en custodia por negligencia de las autoridades de la salud y detención.
  • Partos humanizados y acceso a la posibilidad de decidir la interrupción legal del embarazo.
  • Equipos interdisciplinarios en las cárceles.
  • Garantizar las necesidades de las personas gestantes o con hijxs pequeñxs cuando se les otorga prisión domiciliaria.


Día 2: ”Niñxs que conviven en prisión con sus madres privadas de la libertad”

En el segundo encuentro expusieron : la Comisionada del CNPT María Laura Leguizamón, Andrea Casamento, miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas y fundadora de ACIFaD (Asociación Civil de Famil, y Esmeralda Arosemena de Troitiño, Relatora sobre los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH). También estuvieron presentes la Comisionada Josefina Ignacio, el Secretario Ejecutivo Alan Iud, y la Directora del área de Relaciones Internacionales Lucía Levis Bilsky e integrantes del equipo técnico.

En la mesa de trabajo hicieron uso de la palabra Augusto Infante, de la Comisión Provincial por la Memoria; Andrea Barrios, del Colectivo  Artesana, de Guatemala (que integra la plataforma regional NNAPES; Lía Fernández, de la organización uruguaya Gurises Unidos (también miembro de NNAPES), Andrea Cerda, del MNP de Chile; Cecilia Rospigliosi, del MNP de Perú; Gabriela Hidalgo y Lorena Chávez, del MNP y de la Defensoría de Ecuador; Jose De Ribamar a, del MNP Brasil; Elia Núñez, del MNP de Honduras (CONAPREV); Marisa Montes, de la Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACIFaD). Además estuvieron presentes integrantes de la Defensoría de NNyA de Argentina; de los MNP de Paraguay, Uruguay, México y Panamá, y de las ONGs ANDHES, FADELI, XUMEK, Colectivo de Familiares en Defensa de los DDHH de las PPL de San Juan, entre otras.

Cuadro de situación

Cunas vacías luego del parto; madres que firman un consentimiento para otorgar a su hijx en adopción, pero no saben leer; madres que dan en adopción a sus hijos por falta de información sobre su situación procesal; jueces reticentes a facilitar salidas extraordinarias para cuidar el vínculo materno-filial; desconexión del sistema penal respecto al sistema judicial de familia; falta de acompañamiento para los arrestos domiciliarios de personas gestantes y en situación de crianza; niñxs viviendo con sus madres en la cárcel en un ambiente de desprotección, expuestxs a abusos y transitando su crianza en un espacio poco propicio para su desarrollo psico-emocional; falta de seguimiento y registro de lxs niñxs viviendo con sus madres en situación de encierro; madres lejos de sus hijxs; madres a las que se sanciona separándolas de sus hijxs. Estos fueron tan sólo algunos de los tópicos mencionados durante la segunda jornada de la mesa de trabajo internacional, y que describen la situación que se vive en gran parte de América Latina.


Cunas vacías y adopción

“¿Qué pasa cuando ingresamos a un lugar de detención y sabemos de alguien que fue mamá y ese bebé no está con ella? ¿El Estado toma medidas excepcionales con esos niños y niñas? ¿Cuáles son esas medidas? ¿Por qué no están con sus madres? Algunos son dados en adopción: “yo firmé un papel pero no sé leer”. ¿En qué momentos estas madres dieron el consentimiento, cómo se las informa?, cuestionó tajante Andrea Casamento, miembro del Subcomité para la Prevención de la Tortura de Naciones Unidas.

Según Marisa Montes, integrante de ACIFaD, debido a que se prohibió el ingreso a lxs niñxs menores de cuatro años a los pabellones de madres de la Provincia de Buenos Aires, muchos terminaron institucionalizados o dados en adopción, perdiéndose su paradero. “Las madres pierden su rastro y ni siquiera saben que tienen derecho a la defensa”, afirmó Montes.

Arrestos domiciliarios

Casamento retomó el tema planteado el día anterior: la necesidad de fijar estándares de acompañamiento a las madres a las que se le otorga arresto domiciliario. “Está muy bien que se dé el arresto domiciliario, pero debe haber programas que acompañen a las personas en esta situación. Debemos exigirlo. Es difícil para una persona ocuparse de la crianza. ¿Cómo acompañamos a esa mujer a criar dentro de ese hogar humilde, con carencias? Cuando están detenidas, el Estado tiene la obligación de proveer alimento y un programa de acompañamiento”, señaló la fundadora de ACIFaD.

Interés superior de la niñez por sobre todas las cosas

Esmeralda Arosemena de Troitiño, Relatora sobre los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de DDHH, señaló la ausencia de una reglamentación exhaustiva basada en los principios que rigen el interés superior de la niñez. “Ese interés superior muchas veces está acogido, pero otras veces queda como una proclama que no se transforma en acciones, protocolos, articulaciones efectivas”, afirmó la Comisionada de la CIDH.

Troitiño se refirió también a las grandes afectaciones que lxs niñxs enfrentan cuando viven en lugares de encierro, como el sometimiento a requisas vejatorias. Hay que exigir el cumplimiento de las leyes, de las normas, del procedimiento”, proclamó.


El derecho a vivir en familia

Ejercer el derecho a la convivencia familiar con el progenitor que está privado de su libertad encuentra una multiplicidad de obstáculos: tiene que garantizar la relación de afecto, acompañamiento, el cuidado de la salud y la alimentación. Arosemena de Troitiño aseguró que “hoy esa convivencia familiar que implica un derecho a vivir en familia, que implica el lazo que asegura el desarrollo emocional, físico, espiritual y social no se da dentro de la cárcel”. La crianza del niño y la niña en ese espacio implica otros problemas que pueden afectar la pérdida de varios  derechos básicos como el acceso a la educación y la salud. “El desarrollo pleno no se les hace posible en ese contexto”, aseguró la Relatora de la CIDH.

Estándares internacionales

¿Cómo ha abordado la Comisión Interamericana de DDHH esta temática? La CIDH ha realizado solicitud de Opinión Consultiva a la Corte IDH para que identifique los enfoques diferenciados que deben tener algunos grupos en especial situación de vulnerabilidad privados de la libertad, entre ellos las mujeres con hijxs pequeñxs en prisión. Desde la Relatoría de los Derechos de las Mujeres se está elaborando un informe que busca reunir información sobre las mujeres privadas de su libertad con este enfoque diferenciado de género en toda la región.

Estos documentos van a contribuir a darle a la temática una visibilidad que necesita,y a plantear en detalle las exigencias que requieren las recomendaciones sobre la situación de lxs niñxs que viven en ámbitos carcelarios. En cuanto al derecho de vivir en familia, si bien el informe no abarca una especificación sobre lxs niñxs que habitan las cárceles con sus madres, figuran las exigencias de los cuidados alternativos que hay que tener para que se asegure el respeto a los derechos de los NNyA.

La CIDH posee documentación que puede aportar al abordaje de este tema y a alcanzar indicadores y metodologías adecuadas. La Relatora sobre los Derechos de la Niñez de la CIDH instó a que los sistemas de protección Integral de los países de la región implementen políticas públicas a favor de la infancia y del fortalecimiento de los núcleos familiares como una obligación del Estado para atender la cotidianeidad de lxs niñxs, ya sea con referentes privados de su libertad o  conviviendo con ellxs. Asimismo, solicitó que la institución responsable de la protección integral de la niñez tenga un espacio en el sistema carcelario.

Un rico cuerpo normativo que contrasta con la realidad

“Desde nuestro Comité sostenemos que siempre debe prevalecer el interés superior del niño por sobre el interés social de mantener privada de libertad en un centro penitenciario a su madre, y es así que consideramos prioritario redirigir los esfuerzos para fortalecer el vínculo materno-filial, garantizando el desarrollo psicoemocional de los niños en ambientes adecuados, libres de violencias y acompañados de sus referentes afectivos”, señaló la Comisionada del Comité Nacional para la Prevención de la Tortura de Argentina, María Laura Leguizamón.

El CNPT considera importante por un lado impulsar la aplicación efectiva de las herramientas procesales existentes que permiten la privación de libertad en su modalidad domiciliaria, y por otro, promover entornos adecuados de crianza al interior de las cárceles, en los casos en que inevitablemente ocurre esta situación. La Comisionada remarcó que pese al rico cuerpo normativo que conduciría a concluir que en ningún caso la permanencia en la cárcel puede ser una medida adecuada, debiendo tomarse otra decisión que priorice el mantenimiento del vínculo materno-filial mediante una pena alternativa a la prisión, en la realidad ocurre que no sólo sigue habiendo niños con sus madres en prisión sino que las condiciones en los establecimientos penitenciarios en los que se encuentran alojados demuestran preocupantes vulneraciones cotidianas de derechos.


Panorama regional

Si bien la situación de América Latina en la temática abordada es muy similar en todos los países, destacamos algunas particularidades que surgieron durante el desarrollo de las dos mesas de trabajo:

→ Guatemala: existe una regulación para personas gestantes privadas de la libertad. Las unidades penales cuentan con áreas compartidas para madres con sus hijxs y una unidad penal específica para las personas gestantes y con hijxs. Cuentan con un mecanismo de protección para NNyA con referentes familiares privados de su libertad y se lograron medidas para mujeres embarazadas. Se estableció un protocolo para que las mujeres reciban asesoramiento y apoyo terapéutico para determinar si desean continuar con su maternidad, o dar a su hijx en adopción. Dos sentencias recientes determinaron el derecho de las mujeres a recibir información sobre métodos anticonceptivos y protocolos y procedimientos de protección especial con la policía civil para detenciones que involucren menores. Debido a los vacíos del régimen penitenciario en ese país y las dificultades que implican la modificación de la ley, el Colectivo Artesana comenzó un proceso con un juez de niñez, logrando una sentencia sobre el derecho de alimentación; régimen de identificación de los NNyA; igualdad de condiciones para los hijxs de PPL y el entorno familiar; condiciones de desarrollo de su vida familiar con su madre o miembros fuera de la familia; protocolos para la visita con mecanismos y procesos establecidos.

→ México: los problemas se inician desde el momento de la detención de las personas gestantes, en donde se ha detectado la  aplicación de métodos de tortura y la eventual pérdida de sus hijxs, en algunos casos. Una vez en la unidad penal la atención médica es precaria, no existen psicólogos ni ginecólogos, y al momento del parto tienen que ser externadas porque no existen las instalaciones ni el personal adecuado. Los niñxs no tienen la alimentación adecuada y debe ser suministrada por los familiares. Si bien debería haber lugares específicos para madres con niñxs, debido a la sobrepoblación y hacinamiento, esto no es posible y comparten los espacios. En algunos centros mixtos, los hombres puedan ingresar a las instalaciones de las mujeres y esto las pone en una situación de vulnerabilidad.  La ley permite que, una vez que se produce el parto, lxs niñxs pueden estar hasta los 3 años de edad con sus madres. No hay políticas con perspectiva de géneros para las mujeres gestantes ni menstruantes, cuyos insumos son vendidos dentro de las unidades penitenciarias. No se les otorga atención médica una vez producido el parto, no hay pediatras y por ende  a lxs niñxs o no se les realizan los controles médicos necesarios para su edad.

→ Perú: a fines del 2019 el MNP de Perú publicó un informe acerca de las condiciones de los NNyA privados de la libertad, en distintos centros, incluyendo la situación de lxs niñxs (de hasta 3 años) que viven con sus madres en centros penitenciarios. Entre el 2015 y el 2020 se incrementó la población de niñxs viviendo con sus madres. Con el advenimiento de la pandemia por Covid-19 y las normas para el deshacinamiento de las unidades penitenciarias, se redujo la población de madres y niñxs, pero se observó que  éstos no reciben atención de calidad especializada con médicos pediatras.

→ Ecuador carece de un seguimiento de la situación de lxs niñxs que quedan afuera del centro de privación de libertad, dado que no queda documentado qué sucede con esxs niñxs.

→ Chile: la población de personas gestantes y lactantes con prisión preventiva es muy alta en relación a la población total, y cuentan con enormes tiempos de espera  durante los traslados, sujeciones mecánicas, falta de acceso a la salud y carencia de adecuados controles médicos. Hoy en día el MNP carece de información transparente sobre niñxs y lactantes en contextos de encierro debido al dinamismo de ingresos y egresos que sufre esa población. Andrea Cerda Pereira, del  MNP de Chile, planteó el desafío de investigar y desarrollar instrumentos y una metodología de monitoreo de niñxs y lactantes, dada la dificultad que esto implica al no poder ser entrevistados en forma directa como se hace con lxs adultxs.

→ Honduras: sólo cuenta con una unidad penal específica para mujeres donde lxs niñxs pueden estar con sus madres, pero esto se da en situaciones precarias e inhumanas de hacinamiento.  No existe una política penitenciaria y no hay condiciones diferenciadas para esxs niñxs.

→ Paraguay: el MNP de Paraguay realizó varias recomendaciones sobre la atención médica prenatal de las embarazadas y la atención médica para NNyA que viven con sus madres en la unidades penitenciarias, y cuentan con el Espacio Amanecer, un lugar donde lxs hijxs pueden permanecer con sus madres hasta los cuatro años de edad. Esta situación es nueva dado que anteriormente las embarazadas compartían espacio con los varones.