6ta conferencia del ciclo “Del hacinamiento a la reinserción. Reflexiones sobre la ejecución penal”, organizado por el CNPT
La sexta conferencia del ciclo “Del hacinamiento a la reinserción. Reflexiones sobre la ejecución penal”, un espacio virtual organizado por el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura (CNPT) en el marco de la pandemia de COVID-19 para pensar sobre los espacios de encierro y la situación que atraviesan las personas privadas de su libertad en Argentina, se llevó a cabo el jueves 30 de julio con la participación de Florencia Budiño, jueza del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires; María Paula Marisi, jueza del Tribunal Oral Federal de Mendoza; Mario Juliano, juez de la ciudad de Necochea y director de la Asociación Pensamiento Penal; y Xavier Aguirreal, privado de la libertad en la Unidad 15 de Batán y coordinador del proyecto Mecha y Liberté.
En esta ocasión, el ciclo abordó la problemática actual del sistema carcelario desde un aspecto pragmático en lo que refiere a la resolución de conflictos y la recuperación de derechos de las personas privadas de la libertad. En este sentido, se dieron a conocer acciones concretas, positivas, con resultados favorables y esperanzadores, generados por distintos actores de la sociedad como jueces y personas privadas de la libertad, entre otros actores del sistema penitenciario. Desde un servicio de teledermatología y la conformación de un equipo de hockey hasta la propuesta de trabajo remunerado y un protocolo de resolución de conflictos, una a una se fueron relatando una serie de experiencias que abordaron, desde una perspectiva crítica, la actualidad del sistema penitenciario.
La apertura de la conferencia estuvo a cargo de Josefina Ignacio, comisionada del CNPT y coordinadora del evento, quien agradeció la participación de los panelistas en este ciclo de charlas formuladas para reflexionar sobre el sistema carcelario.
Los modelos carcelarios nos interpelan como sociedad
A su turno, Juan Manuel Irrazábal, presidente del Comité, hizo extensivo el agradecimiento no sólo a los expositores que aceptaron la invitación, sino a todas las personas involucradas con la problemática carcelaria, a las que siguen al Comité en las redes sociales y a través de las videoconferencias. “Este es el interés que queremos lograr para generar alternativas de futuro. Los modelos carcelarios nos interpelan como sociedad, la sobrepoblación y el hacinamiento hacen muy difícil la reinserción. Un sistema nacional de prevención tiene que tener los insumos necesarios para impedir la tortura, los tratos crueles y degradantes, y permitir la reinserción social”, reflexionó para dar inicio a la conferencia.
Ideas que se materializan sin depender del sistema estatal
María Paula Marisi, jueza del Tribunal Oral Federal de Mendoza, inició la charla planteando que la Ley de Ejecución Penal que rige actualmente no sirve y pidió disculpas por el término no jurídico, pero, dijo, “lo vivimos pragmáticamente todos los días”. Luego, la magistrada denunció las desigualdades que esa reglamentación genera. “Acá hay una realidad según el juez que nos toque”, sostuvo e instó a todos los actores involucrados en esta problemática a realizar acciones concretas mientras se discute y se espera la modificación de la ley. Con la intención de producir, según sus palabras, “un contagio general”, compartió con la audiencia experiencias concretas y exitosas en el campo de la ampliación de derechos de las personas privadas de la libertad en la Provincia de Mendoza, tales como la teledermatología o el proyecto de hóckey “Las Panteras”. “A través de los valores que trasmite el deporte en equipo, se puede inocular valores que ayuden a disminuir los índices de reincidencia”, afirmó. Hizo hincapié, además, en la necesidad de replicar, en los penales de mujeres, el sentido pragmático de reinserción laboral de los talleres educativos que existen para los hombres, “escuchando primero lo que les interesaría aprender para ahora y para después”. Por último, habló sobre el grupo “allanando caminos”, conformado por 10 jueces de todo el país centrados en mantener vivo el vínculo de las personas privadas de la libertad con su familia. Al respecto, consideró necesario “transformar el impacto negativo en algo positivo, esperanzador: estas ideas se materializaron sin depender del sistema estatal para dejar de quejarnos. Nos arreglamos como pudimos y logramos cosas hermosas”.
Hacer realidad el sueño de la reinserción es un compromiso de todos
A continuación, Florencia Budiño, jueza del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires, señaló que a partir de 2018 se creó un espacio interinstitucional destinado al abordaje de la sobrepoblación y la problemática que acarrea. “Luego de 10 meses de trabajo pudimos hacer un diagnóstico que lamentablemente no nos sorprendió: la Provincia de Buenos Aires atraviesa una de las crisis más importantes de la historia, con más de 50 mil detenidos”, evaluó la magistrada.
Luego, agregó que esas tareas de diagnóstico “se hicieron para caminar por un sendero que nos lleve a la solución y, obviamente, las soluciones pertinentes no son a corto plazo”. La jueza del Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires remarcó el rol fundamental del Patronato de Liberados bonaerense, institución que supervisa a 41.413 personas con una presencia territorial muy importante dado que “cuenta con 160 oficinas, superando el número de municipios”.
Además, planteó la importancia de fortalecer esa institución, que, consideró, tiene un rol fundamental en el acompañamiento a las personas primarias que fueron condenadas a una pena de ejecución condicional; a las personas beneficiadas con la suspensión del juicio a prueba; en la etapa post penitenciaria, para completar el proceso de reinserción, que, “si bien empieza adentro de las unidades, el Estado debe continuar acompañando y apoyando para lograr una plenitud en este punto”.
Budiño aseguró que eso impactaría en los índices de reiteración y reincidencia y, por último, llamó a reflexionar sobre esta problemática que “nos interpela como sociedad más allá del rol institucional de cada uno. La sociedad entera tiene una cuenta pendiente, que implica un compromiso de todos: hacer realidad el sueño de la reinserción”, concluyó.
El sistema te hace sentir que no sos persona
Xavier Aguirreal, privado de la libertad en la Unidad 15 de Batán, comenzó agradeciendo por tener voz, “cosa que tiempo atrás hubiera sido imposible”, porque, normalmente, “al preso lo escucha otro preso”. El coordinador del proyecto Mecha y Liberté contó que hace poco se abrió un almacén en la cárcel de Batán. “Miremos por donde lo miremos, eso trae la recuperación de derechos –valoró–. Hace dos semanas, una persona que lleva diecisiete años preso me dijo que era la primera vez que comía un helado.”
Aguirreal, que dijo tener “horas de quejas”, pero también “de cosas buenas”, aseguró que “la cárcel nunca va a ser linda, sobre lo que trabajamos es para que sean menos feas”. A través del proyecto Liberté, que se desarrolla desde 2014, se crearon microemprendimientos rentables que permitieron, a las personas privadas de su libertad, ganar dinero y brindar apoyo financiero a sus familias. “El preso solo no tiene ayuda externa, si no es por personas como ustedes”, manifestó. Se trata de un proceso no sólo implicó una recuperación de derechos, sino que “volvimos a sentir que somos personas: el sistema te hace sentir que no sos persona”.
A su vez, destacó que ese cambio “no hubiera sido factible sin la acción de sus padrinos, que permitieron hacerlo realidad, como la Comisionada Ignacio y el Juez Juliano.” Liberté, hoy, produce, capacita, tiene aulas, banda ancha y “todo eso como resultado de un proceso de lucha contra el sistema vigente.” Aguirreal explicó además las ventajas del Protocolo de Resolución de Conflictos, que rige en el penal de Batán, y por el cual se anula el castigo como modalidad frente a una falta disciplinaria. “No todos en el servicio penitenciario piensan que sólo a través del castigo y el disciplinamiento se puede avanzar. La idea es que toda la comunidad carcelaria cambie, todo el conjunto.”
El cambio del sistema penitenciario vendrá de adentro de las cárceles
En el comienzo de su exposición, Mario Juliano, juez de la ciudad de Necochea, agradeció el acompañamiento del CNPT con su Declaración de Interés al Protocolo de Resolución de Conflictos de Batán. El director de la Asociación Pensamiento Penal llamó a la sociedad entera a tomar una actitud activa frente a la cuestión carcelaria, “ya no se admiten más fracasos en el sistema penitenciario y las personas responsables tenemos que ponernos a hacer cosas concertadamente, dejar de quejarnos”.
En este sentido, aseguró que “un sistema penitenciario distinto se construye día a día con contribuciones como las que se contaron hoy en la charla y le dan una nueva fisonomía. El cambio tiene que venir de adentro de las cárceles: no podemos quedarnos esperando a la magia de la sanción de una ley”, sentenció. Para el cambio, desde su perspectiva, se necesitan sólo dos protagonistas: “las personas privadas de la libertad, que deberán estar abiertas a hacer borrón y cuenta nueva para empezar a trabajar en un sistema distinto; y el servicio penitenciario”.
Sobre la importancia de los Comités de Prevención y Solución de Conflictos, Juliano señaló que, conceptualmente, implican una nueva herramienta de gobierno de las comunidades penitenciarias. “Ya no pensamos en la autoridad del uso de la fuerza, sino en una autoridad nacida del conceso y del acuerdo, que lejos de debilitarla, la fortalece, porque pasa a ser una autoridad legitimada por la comunidad penitenciaria”, afirmó. Paradigma que, sostuvo, ayudaría a la reinserción, dado que las personas privadas de la libertad, probablemente, encuentren herramientas para mejorar su vida y regresar de mejor manera a la sociedad.
Por último, Juliano imaginó el reemplazo del carcelero, en los términos conocidos, por la figura de un “operador carcelario” vinculándose con la persona privada de la libertad desde un lugar amable, “aunque suene ingenuo”. “Estoy convencido de que, sin lugar a dudas, eso va a recibir el beneplácito de la mayoría, que verá que el dinero sea debidamente invertido en cosas que nos hagan mejor como sociedad. Nadie puede estar de acuerdo en que las cárceles sean para sufrimiento”, remarcó.
En el cierre de la sexta conferencia, la comisionada María Laura Leguizamón tuvo palabras de agradecimiento para los participantes e invitó a seguir fortaleciendo el camino del intercambio. “Creo que el desafío que tenemos desde el Comité es construir esta red que se inicia con la palabra y caminar con los hechos, que implica el comienzo de un nuevo paradigma nacido en democracia y en la plenitud de los derechos”. Para finalizar, instó a seguir compartiendo experiencias y testimonios que “van construyendo este camino de trabajo permanente, de trabajo diario, pero también eso hace que la responsabilidad y el compromiso se mantengan muy en alto”.
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