A 30 años de la Reforma Constitucional de 1994
A 30 años de la Reforma Constitucional de 1994, el CNPT destaca la trascendencia que tuvo en la promoción y protección de los DDHH.
Incorporó y otorgó jerarquía constitucional a 11 tratados internacionales de DDHH, fortaleciendo el marco jurídico y sentando las bases para avanzar en la prevención de la tortura en Argentina.
La Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes prohíbe de manera absoluta el uso de la tortura.
En 2002 se complementó con su Protocolo Facultativo (OPCAT), que introduce un sistema de visitas periódicas de organismos independientes a los lugares donde se encuentran personas privadas de su libertad, con el objetivo de prevenir la tortura.
Argentina ratificó el OPCAT en 2004, y en cumplimiento de este Protocolo es que se creó el CNPT.
La Declaración Universal de DDHH consagra que nadie será sometido a torturas ni malos tratos y fue esencial para asentar los principios básicos de protección de la dignidad humana en el mundo.
La Convención Americana sobre DDHH prohíbe la tortura de personas privadas de libertad, dispone la separación de procesados y condenados y el tratamiento de NNyA en tribunales especializados.
Establece que las penas privativas de libertad deben enfocarse en la rehabilitación y readaptación social de los condenados.
La Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura establece que todos los actos de tortura, así como cualquier tentativa, complicidad o participación en ellos, constituyen delitos.
La Convención sobre los Derechos del Niño asegura protección especial a los NNyA, prohibiendo la tortura y penas como la prisión perpetua.
La Convención sobre los Derechos del Niño también establece que la privación de libertad de NNyA debe ser el último recurso, de corta duración, con trato digno y separado de adultos, garantizando el acceso a su familia y asistencia jurídica.
Los Estados deben asegurar la recuperación y reintegración social de los NNyA víctimas de abusos o tortura en un entorno que promueva su salud, respeto y dignidad.
Hoy, el CNPT reafirma su compromiso de seguir trabajando por la dignidad y los derechos de las personas privadas de su libertad, asegurando que los principios consagrados en nuestra Constitución hace 3 décadas sean respetados en todo el país.