A 45 años de la masacre del Pabellón Séptimo

Se cumplieron 45 años de la masacre del Pabellón Séptimo, cuando una brutal represión a personas privadas de la libertad por parte de agentes del Servicio Penitenciario Federal dejó como saldo 65 muertos asfixiados, baleados o torturados en el penal de Villa Devoto. El caso es investigado como delito de lesa humanidad y hay cuatro imputados.

Durante la noche del 14 de marzo de 1978, cerca de 70 guardiacárceles ingresaron al pabellón a los gritos para dar una golpiza a las personas privadas de la libertad, quienes intentaron resistir e improvisaron barricadas con sus propias camas. Por motivos que aún no pudieron establecerse, los colchones y las mantas comenzaron a prenderse fuego y provocaron un incendio que terminó calcinando a varios de ellos.

Algunos se suicidaron en medio de la desesperación. Otros intentaron tomar aire por las ventanas que daban a la calle pero recibieron ráfagas de ametralladora. El suministro de agua fue cortado en medio de la sofocación. El incendio duró horas sin que se permita el ingreso de los bomberos. Los sobrevivientes fueron duramente golpeados.

Se culpó del hecho a las propias PPL, quienes fueron acusados de quemar los colchones que provocaron el incendio: la investigación quedó paralizada durante décadas.

Gracias a la lucha del sobreviviente Hugo Cardozo, respaldado por el Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC), el caso se reactivó y es investigado como un delito de lesa humanidad.

El juez federal Daniel Rafecas ordenó la detención de cuatro guardiacárceles acusados de torturas seguidas de muerte, pero aún falta que se celebre el juicio oral respecto de ellos, así como que continúe la investigación respecto de otros responsables.

El CNPT espera que la causa continúe con el debido juzgamiento de todos los responsables que formaron parte de este brutal hecho considerado la peor matanza de la historia del sistema penitenciario argentino.